Entrevistas a la Dra. Helen Wambach.

Sigo con el siguiente vídeo que es una entrevista en el programa de radio New Dimensions. Está dividida en dos partes. El audio acaba un poco antes que el vídeo porque he preferido separarlo en el punto donde comienzan las preguntas de los oyentes.

Hoy analizamos solo la primera parte, que es bastante densa, y además aparece también como invitado uno de los sujetos de Helen Wambach, con el que estuvo trabajando al menos 4 años, que pudo recordar múltiples vidas pasadas. Su nombre es Bob Logg.


Vídeo 2_Parte 1. ENTREVISTA A HELEN WAMBACH EN NEW DIMENSIONS. Posiblemente 1979 (justo después de la publicación de su primer libro, Reliving Past Lives).




Audio 2_Parte 1:



Transcripción Audio 2_Parte 1 (inglés).

Traducción Audio 2_Parte 1 (español).


De nuevo la entrevista es muy interesante y es complicado resumir todos los puntos, así que seré breve (en la medida de lo posible) e intentaré no repetir temas que ya tratamos en el post anterior.

1. HELEN WAMBACH TAMBIÉN RECUERDA VIDAS PASADAS.

Me pregunto si esto tendrá algo que ver con que su trabajo haya sido prácticamente olvidado. Tengo la impresión de que eso daña bastante tu credibilidad como investigadora, como seguramente me ha pasado a mí hablando con ciertos “investigadores académicos”, y me volverá a pasar en el futuro si algún día me hago tan famosa como para salir en la radio o en la televisión. Y sin embargo, Wambach no puede ser más sincera (otra característica que compartimos que solo puede traernos cosas malas). Reconoce que es imposible para cualquier investigador permanecer a un margen y mantener en todo momento tu objetividad. Wambach compartió su método con otros investigadores porque deseaba saber si sus resultados eran repetibles. Parece ser que sí lo eran. Lo que no sé es qué pasó después con todos esos investigadores, si después de la muerte de Wambach alguien ha continuado con su trabajo o si por el contrario (y como me temo) todo se volvió a paralizar.

El caso es que en cierto momento Wambach se dio cuenta de que al mismo tiempo que hipnotizaba a docenas de personas en sus sesiones, ella también entraba en un estado alterado de consciencia y se ponía a responder a sus propias preguntas. Llevaba seis meses haciendo este trabajo, cuando de pronto oyó su voz profunda de hipnotista decir: “Mira el tapiz en la pared”. Esto la hizo despertar y preguntarse: “¿Tapiz? ¿Qué tapiz? ¿Qué está ocurriendo aquí?”, porque la frase real era “Mira la pared”. Sin darse cuenta había empezado a visualizar un tapiz de colores muy vívidos. Con el tiempo acabó recordando unas 33 supuestas vidas pasadas, aunque según sus propias palabras, solo dos son realmente interesantes.

Wambach lo cuenta de manera muy divertida, y a mí me sorprende la sencillez con que lo explica, porque es realmente así, y no entiendo cómo casi cuarenta años después, la gente sigue teniendo ideas tan raras acerca de la hipnosis o, en este caso, la autohipnosis.

2. PROPÓSITO INICIAL DE SU INVESTIGACIÓN.

Creo que esto es bastante conocido: Wambach emprendió este viaje con la intención de demostrar que esto de recordar vidas pasadas era en realidad una simple fantasía de las personas que entran en hipnosis. Pensaba que sería mucho más fácil demostrar esto que demostrar la existencia de la reencarnación, que a día de hoy sigue siendo imposible. Para ello Wambach se planteó 17 hipótesis antes de empezar a hacer regresiones. Si el recuerdo de vidas pasadas es fantasía, esperaba encontrar más vidas de hombre que de mujer (debido a que un estudio sociológico había mostrado que el 40% de las niñas de doce años prefieren ser chicos); esperaba encontrar más vidas de personas de clase alta; encontraría muchos sacerdotes egipcios porque es algo bastante popular; encontraría muchas personas que hubiesen conocido a Jesús, debido a que es una figura importante en nuestra cultura y se supone que todo el mundo estuvo cerca de Jesús; y posiblemente encontraría también personajes históricos famosos. Así, hasta 17 hipótesis. Al final de la investigación tuvo que descartar todas y cada una de ellas, y llegó a la conclusión de que fuera lo que fuera que estaba ocurriendo, estas personas no estaban fantaseando ni se estaban imaginando nada a partir de libros, películas o televisión. De algún modo estaban dando informes precisos del pasado.

3. BOB LOGG Y LA IMPORTANCIA DE LA EXPERIENCIA PERSONAL.

Es realmente gratificante encontrarte con una investigadora que en lugar de ignorar o despreciar el testimonio de sus sujetos, insta al entrevistador a preguntarle directamente a uno de ellos para responder a la pregunta de si es de verdad una vida pasada o es que estamos conectando con ese vasto banco de información que parece existir en algún lugar del universo. Literalmente, dice: “Sinceramente pienso que lo único que puedes hacer es hablar con alguien como Bob, que lo ha experimentado”. Bob fue uno de los sujetos a los que hipnotizó en repetidas ocasiones, durante cuatro años, obteniendo múltiples vidas pasadas. Estas incluían una como sacerdote egipcio en la que incluso pudo dibujar una serie de jeroglíficos, que más tarde fueron analizados en la Universidad de Standford. El 50% de las sílabas parecían corresponder a lo que en su día se conocía del egipcio antiguo. Bob habla de una sensación subjetiva que tenemos todos los que recordamos vidas pasadas: cuando estás recordando, de algún modo sabes que esos recuerdos son tuyos, porque se sienten de manera especial, y sobre todo, son muy reales. Habla de la textura del recuerdo, de cómo prácticamente puedes sentir, no solo ver, lo que aparece en tu mente. Además, te ves haciendo cosas que tú nunca te habrías imaginado.

4. DERRIBANDO MITOS: VIDAS PASADAS FAMOSAS.

Cuando el entrevistador pregunta a Wambach si ha tenido algún caso de vida pasada famosa entre las 5000 regresiones que ha hecho hasta el momento, Wambach dice que solo uno: una mujer que recordaba la vida de un presidente de los Estados Unidos no muy conocido, llamado James Buchanan. La mujer no tenía ningún interés en profundizar en esta vida y se sentía aterrorizada por la posible publicidad que podría derivarse. No, normalmente recordar vidas pasadas famosas no es nada agradable (como ya he reflejado en algún artículo).

5. NEXOS.

Helen Wambach introduce un concepto que me gusta bastante. Afirma que la mayoría de la gente piensa que conocer tus vidas pasadas es algo realmente exótico, algo muy emocionante, pero en realidad las vidas pasadas son aburridas y repetitivas, y que posiblemente por eso la gente olvida sus vidas pasadas. No podría estar más de acuerdo con esto. Es mi opinión que no hay ninguna razón “espiritual” ni “misteriosa” que explique por qué la gente normalmente no recuerda. Como he oído muchas veces, no es que “nadie nos borre la memoria” antes de nacer o algo así. Es posible que la única razón por la que no recordamos es, aparte de porque no prestamos la suficiente atención, porque hay pocas cosas que merezca la pena recordar. Recordar vidas pasadas suele ser útil solo para la persona que recuerda. Y Wambach dice que normalmente solo tiene sentido recordarlas cuando llegas a ciertos periodos en tu vida, que ella llama “nexos”, en los que te encuentras en un nuevo entorno, en un nuevo trabajo o en una nueva relación, y es entonces cuando se desencadenan esos fragmentos de tus vidas pasadas que tienen relación con estas nuevas experiencias. Afirma que cada paso que damos en la vida tiene sus ecos y armónicos en las vidas presentes de otras personas, en nuestras vidas pasadas, y en sus vidas pasadas, y estos son de algún modo puntos de energía. Esto te lleva a entender por qué has conocido a tal persona justo ahora, o qué propósito tiene tal relación. En efecto, mi experiencia es la misma: tus vidas pasadas aparecen para ayudarte a comprender ciertas situaciones, o algunos de tus comportamientos, o algunas de tus emociones. Para mí es como una fuente de información, mi propio libro de la vida, que puedo consultar en cualquier momento para ayudarme a vivir mejor mi vida presente. Y, lo más importante, es una fuente que está ahí para todos nosotros, si lo necesitamos.

6. RECORDAR VIDAS PASADAS HACE QUE PIERDAS EL MIEDO A LA MUERTE.

Bob Logg lo describe muy bien: cuando has vivido una docena o más de muertes, y has conocido las más terribles enfermedades, y te das cuenta de que la muerte es una liberación, una vuelta a tu estado energético natural, ya no le tienes más miedo. Sabes que es solo un tránsito y que después volvemos a la vida. No sé cuántas veces se lo he dicho a personas que han vivido ECM’s, y todas me miraban con incredulidad como si se pensaran que recordar vidas pasadas (con sus muertes) es cosa de locos y no tiene el mismo poder transformador que una ECM. Tristes prejuicios…

7. EXPERIENCIA DEL NACIMIENTO.

Ya habló bastante en la primera entrevista sobre el momento del nacimiento y la existencia de un “comité” que te ayuda a elegir tu próxima vida, así que no me extiendo. Pero sí quería subrayar algo que me parece muy interesante, porque coincide con lo que yo y otras personas con recuerdos espontáneos del periodo entre vidas, hemos percibido: ese comité no está siempre constituido por “ancianos venerables” tal y como aparecen en el “Consejo de Ancianos” de los libros de Michael Newton, o son sabios guías, sino que a veces parecen ser tus iguales, miembros de tu grupo de amigos, o personas que has conocido en otras vidas. Newton, tal vez, lo llamaría miembros de tu grupo de almas. Da la impresión de que ambos están describiendo lo mismo pero utilizando distinta terminología. O quizá son cosas que están transcurriendo al mismo tiempo cuando llega la hora de planificar la siguiente vida. Es decir, puede que consultes con un consejo de almas más experimentadas, o que ellos te avisen de que es hora de reencarnar, y además, por otra parte, empiezas a planificar la siguiente vida con las demás almas que también estarán allí. Me resulta curioso que haya muchas personas a las que les cueste creer esto. A mí me parece de lo más natural.

8. RECIBIMIENTO DE SUS INVESTIGACIONES: ESPIRITISTAS.

En general, el trabajo de Wambach no fue mal recibido por determinados estamentos científicos o religiosos. Wambach cuenta la anécdota de un señor cristiano que afirmaba que los cristianos no reencarnan, pero que esa era una razón para reencarnar como cristiano, así la persona ya no tendría que seguir volviendo. Otros grupos cristianos que creen en la supervivencia del espíritu y en la reencarnación reciben muy bien estas investigaciones porque para ellos es una prueba de que lo que ellos creen es real, a pesar de que no siempre estos hallazgos coincidan con sus dogmas religiosos. Me temo que aquí Wambach se refiere a los espiritistas, con los que yo misma me he tenido que enfrentar en ocasiones, sobre todo cuando mis afirmaciones no apoyan sus creencias. Pero la principal oposición proviene de aquellos que están casados con la creencia de que la consciencia se destruye cuando las células cerebrales se destruyen. Para ellos, si no existe cerebro, los seres humanos no pueden existir. Una vez más, he de dar la razón a la doctora: las mentes más cerradas que yo me he encontrado eran científicas, lo cual es bastante triste, porque debería ser todo lo contrario.

9. DERRIBANDO MÁS MITOS: EL CRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN.

Uno de los razonamientos más ilógicos que utilizan los que no creen en la reencarnación es: “Tenemos más gente viva en el planeta que nunca antes. Si todo el mundo ha tenido una vida pasada, eso significa que no podría haber habido tanta gente entonces, hace 300 o hace 1000 años, como tenemos ahora. Por tanto, no puede haber habido reencarnación”. Esto es consecuencia de pensar que el número de almas que hay en un momento dado es igual al número de personas que hay en la Tierra, una suposición que no tiene ningún sentido porque desconocemos qué es el alma y cuál es el mecanismo de la reencarnación. Como ya he explicado esto en otros lugares, no voy a insistir. Lo interesante es que Wambach hizo que todos sus sujetos anotaran su fecha de defunción en sus formularios, y los fue clasificando en carpetas. Al final hizo un gráfico y encontró que se reproducía la curva de población, es decir, que había en efecto menos personas vivas en tiempos antiguos que las que hay ahora.

10. ANALOGÍA DEL MANZANO.

Entramos en una visión de la realidad que yo solo comparto en parte: la analogía del manzano. Wambach dice que para ella, cuando está hipnotizando a alguien, ese alguien es como una manzana en un árbol, es solo un aspecto de su ser global, el árbol, cuya esencia puede ser totalmente distinta. Al hacerle la regresión, hace que esa persona retroceda por el tronco del árbol, desviando su atención desde el sol que cae sobre la piel de esa manzana para que vaya a su “súper-consciencia”. Desde ahí la envía a otra rama del árbol, para focalizarse en otra manzana y ver qué está pasando allí. Existen temporadas de crecimiento y llega un momento en que el ser considera que ya ha experimentado suficiente en este sistema de realidad. Entonces la manzana es abandonada, cae, y va a dar lugar a un nuevo árbol, pero en esa semilla están todas las experiencias que han tenido todas las manzanas en ese árbol. Todos somos continuamente creados y dentro de nosotros mismos guardamos ese conocimiento almacenado por las manzanas.

Bien, personalmente me parece una analogía muy buena para explicar cómo es que en nuestra consciencia tenemos la información de otras vidas y cómo podemos obtenerla cambiando la focalización de nuestro ser. Pero según esta analogía podría haber muchas manzanas madurando en el mismo árbol al mismo tiempo, es decir, estaríamos ante vidas simultáneas, y yo no creo que esto sea posible, o al menos, no creo que sea habitual. Yo cambiaría esa parte por: “Según una manzana muere y cae, puede haber otra que esté empezando a nacer y a madurar, y es entonces cuando mudamos nuestra consciencia de una manzana a otra”. Nuestros recuerdos están siempre en el árbol porque se transmiten directamente de la manzana al árbol, y esto ocurre de manera continua, de modo que cuando la manzana cae, toda esa información ya está en el árbol y estará también en la nueva manzana.

También me gusta bastante la descripción que da sobre la posible “materialización” de la realidad física. De hecho, me gusta mucho más que la explicación que Jim Tucker da en su libro Return to Life que me he terminado hace unos días. Esta última es una explicación bastante floja y decepcionante, teniendo en cuenta que han transcurrido casi cuarenta años entre medias y la física cuántica ha debido avanzar un poco en este tiempo. Pero lo dejo aquí porque este es un tema al que probablemente volveré en el futuro.

11. LA PRUEBA DEFINITIVA.

Lo que buscaba Wambach en su investigación con las regresiones era encontrar suficiente evidencia de que lo que reportan sus sujetos no es simple fantasía. En ese entonces tenía algunos casos de personas que habían sido sometidas a hipnosis y habían obtenido información que creían estaba equivocada, como una mujer que supuestamente vivió en Méjico en el año 800 a.C. y se vio a sí misma montando a caballo. Pensaron que eso no podía ser posible porque los españoles fueron los que llevaron los caballos a Méjico. Sin embargo, poco después unos investigadores dataron huesos de caballo por carbono-14 y se encontró que eran del 1000 a.C., así que resultó que la mujer tenía razón. Yo creo que esto es muy significativo. Lo malo es que parece que a largo plazo las investigaciones de Wambach no llegaron a demostrar nada, me imagino que por falta de interés de la comunidad científica y falta de continuidad en la investigación. De hecho, por razones que aún no llego a comprender, los investigadores de reencarnación actuales no dejan de repetir que las regresiones no son fiables para obtener datos verificables de vidas pasadas. La única explicación que encuentro es que han decidido ignorar a Helen Wambach. A propósito. Y luego van diciendo por ahí que no, que ellos no tienen sesgos…

Arya Sabes si pudo llegar a hacer esa investigacion?

He juntado en el Audio 3 las dos entrevistas que hay en Youtube del programa Infinity. La primera es básicamente un resumen de su trabajo con regresiones, voy a poner los puntos más interesantes que aún no habían salido. Y la segunda es sobre progresiones. A mí esto no me interesa tanto, pero la verdad es que es curioso ver que lo que describe se parece bastante a los problemas que tenemos actualmente como humanidad, así que al final voy a comentarlo un poco también. El que quiera profundizar, que se baje la transcripción de las entrevistas o que se compre el libro Mass Dreams of the Future, de Chet B. Snow, que fue publicado después de la muerte de Helen Wambach con los resultados de su investigación.


Vídeo 3 (Parte 1 y 2): ENTREVISTAS A HELEN WAMBACH EN INFINITY.




Audio 3:




Transcripción Audio 3 (inglés).

Traducción Audio 3 (español).


ENTREVISTA 1: HIPNOSIS REGRESIVA.

1. En la primera parte de la entrevista la doctora Wambach vuelve a describir su método de trabajo y cómo empezó a realizar regresiones a vidas pasadas. Me parece digno de mención su deseo de ayudar a adolescentes con problemas de drogadicción. En los suburbios de Nueva York, en su época, parece ser que había muchos chicos que tomaban ácido, y Wambach supo que muchos de ellos hablaban de vidas pasadas. Al principio pensó que solo los chicos que tomaban ácido recordaban supuestas vidas pasadas, obviamente tenía que ser una fantasía o una alucinación. Sin embargo, pidió un grupo de voluntarios constituido por adultos completamente normales, y vio que ellos también hablaban de vidas pasadas. Algo estaba ocurriendo…

2. El entrevistador le pregunta si hay individuos que no pueden ser hipnotizados. Wambach explica que eso es una concepción errónea que tenemos sobre la hipnosis. Ella lo que hace es llevar a las personas a un estado muy similar al sueño, a un estado en el que hay movimiento rápido de los ojos. Cualquier persona puede entrar en ese estado.

3. El entrevistador le pregunta si existe alguna diferencia entre hombres y mujeres. Wambach responde que no. La diferencia suele ser solo en su actitud consciente frente a la hipnosis y a la reencarnación. Por lo general las mujeres se interesan mucho más en cuestiones espirituales y los hombres suelen ser más escépticos, pero puede ocurrir que luego en la sesión sea el hombre el que entre más rápidamente en hipnosis y tenga vidas pasadas que reportar, mientras que la mujer no (en mi opinión, diría que esto probablemente sería debido a tener demasiadas expectativas). Tengo que decir que esto es totalmente cierto. En los foros que he conocido desde que recuerdo vidas pasadas, quizá un 90% son mujeres. Quizá la única razón sea que las mujeres somos más proclives a compartir nuestros sentimientos y hablar de nuestras experiencias espirituales con otras personas.

4. ¿Se retiene el sexo de vida en vida? Por supuesto que no. Wambach afirma que todos los sujetos que han recordado más de tres vidas, han cambiado de sexo biológico. Sé que esta afirmación no gusta a ciertas personas, normalmente religiosas, que aún tienen la idea anticuada de que el alma tiene género y por tanto no podemos recordar vidas pasadas de distinto sexo. Los datos hablan por sí solos. Aunque parezca mentira, me he encontrado con este tipo de personas en más de una ocasión… y es imposible razonar con ellas.

5. Una cuestión que también preocupa mucho a la gente es el tiempo que transcurre entre una vida y otra. Yo siempre les respondo igual: no hay reglas fijas. Y en el fondo, da igual, porque supuestamente el tiempo en el mundo espiritual transcurre de manera distinta, así que, ¿qué importa el tiempo terrestre entre una vida y otra? Wambach responde prácticamente lo mismo. Además aporta su observación de que el tiempo entre vidas parece ser más largo en épocas antiguas, seguramente porque había menos cuerpos disponibles. Creo que es algo bastante lógico.

6. En la época de esta entrevista ya habían empezado a surgir terapeutas de vidas pasadas. A mí me produce mucha satisfacción ver cómo Helen Wambach fue un auténtica pionera y muchos psicólogos comenzaron a utilizar sus métodos. El problema es que luego se nos ha ido de las manos… Ojalá muchos terapeutas hubieran mantenido la misma actitud racional y científica de Wambach, y ojalá hubieran seguido haciendo análisis estadísticos de manera sistemática. Si hubiera sido así, ahora otro gallo cantaría. Es cierto que la terapia regresiva sirve para mejorar los síntomas de muchos pacientes. Wambach menciona que hizo una encuesta entre los terapeutas que estaban trabajando de esta forma, y encontró que un 62 % de los pacientes mejoraba, lo cual, comparado con otras terapias, es favorable, pero, como todo el mundo debería saber ya, no es una cura milagrosa. Podría hablar sobre esto largo y tendido, pero como no tengo mucho espacio, solo haré referencia a este artículo. Siempre ha sido una de mis luchas.

7. Me congratula ver los paralelismos que existen entre el camino que siguió Wambach y el que he seguido yo. Ella estaba desencantada con la religión y pensaba que la ciencia tendría las respuestas. Yo estudié una carrera de ciencias justamente por eso, porque en mi ansia de conocer más y desvelar los misterios de la vida, pensé que esa era la mejor manera de hacerlo. Dice Wambach que ella primero se hizo una agnóstica de la ciencia, y luego una atea de la ciencia. Yo diría casi lo mismo. Por un tiempo me costó aceptar que hubiese tantos científicos con mentes tan estrechas. Aquí una prueba de ello. Pero como hoy hablamos de Helen Wambach, cito literalmente lo que dice en la entrevista:


Por desgracia, el materialismo científico parece que no deja de crecer. Como siempre digo: no hay peor ciego que el que no quiere ver.

8. Por último, Wambach me sorprendió afirmando que tuvo dos experiencias cercanas a la muerte. Vivió en persona lo que es que no te funcione el cuerpo y sin embargo poder ser consciente de todo de manera extraordinariamente vívida. Me sorprendió porque yo no conocía este hecho, sin embargo de alguna forma lo intuía. Lo repetiré cientos de veces más: es la experiencia lo que te cambia. Y en muchos casos, somos nosotros, los que tenemos experiencias personales, los que dedicamos nuestras vidas a investigar profundamente estos fenómenos, adquiriendo aún más certeza de que la muerte no es el fin, mientras que la gran mayoría de personas siguen discutiéndolo eternamente, desde el punto de vista intelectual o filosófico, sin llegar nunca a ningún sitio. No hay más que pasar cinco minutos en cualquier grupo de escépticos y te darás cuenta de ello. Repito: no hay peor ciego que el que no quiere ver.


ENTREVISTA 2: PROGRESIONES.

La mayor parte de esta segunda entrevista se centra en la investigación que llevó a cabo Wambach realizando progresiones a vidas futuras a un buen número de sujetos. Su metodología era exactamente la misma, solo que además de conducirles a vidas pasadas, también hacía que fueran a los años 2100 y 2300. Al mismo tiempo, investigó sobre las distintas profecías existentes en muchas culturas del mundo, y se sorprendió al descubrir que muchas de ellas coincidían en algo: venían a decir que la humanidad está en medio de un ciclo que dura 25000 años, y según esas antiguas culturas, cada vez que esto ocurre se producen grandes cambios en la Tierra. Además de esto, también estamos en el final de una fase llamada “Gran Año” que duraría 2145 años.

No me voy a detener mucho en esto porque es muy difícil verificar los detalles que se obtienen en las progresiones. Es evidente que no se puede investigar nada hasta que llega ese tiempo futuro. He encontrado esta corta referencia a la investigación de Wambach, y parece que algunas de las cosas no se han cumplido (aunque quizá sea demasiado pronto para hablar, porque otras sí que lo han hecho):


Sin embargo, es curioso observar que en términos generales, el escenario a nivel mundial que describía Wambach se parece bastante al que nos estamos enfrentando actualmente, incluyendo el cambio climático. Y dado el ritmo de autodestrucción que llevamos en las últimas décadas, sin que haya aparentemente ningún interés político por cambiarlo, yo diría que es bastante probable que para el año 2100 la población en la Tierra haya disminuido drásticamente, tal y como encontró Wambach:


Yo no puedo decir cuál es la validez de estas progresiones, pero sí que he tenido alguna progresión espontánea, mucho antes de saber siquiera que existían. Alguien me dijo que mi descripción se parecía mucho a lo que contaban otras personas sobre sus visiones del futuro. En la mía, estaba con otra persona en el interior de lo que parecía un habitáculo de aspecto futurista, aunque no sé si era una nave espacial o simplemente un apartamento. Había una ventana y estaba oscuro fuera. La luz era azulada en el interior. Y estaba preparando la cena, algo que parecía salmón, pero que yo misma identificaba con comida sintética. Desde luego, no es algo que te imaginas habitualmente. Y te da bastante que pensar, cuando en la actualidad ya se están empezando a crear carne sintética y hay grandes inversores apostando por ello. No parece que sea una idea muy descabellada ahora… pero, ¿a finales de los años 70, cuando Wambach hizo su investigación?

Especialmente interesante me parece la ampliación de consciencia que se producirá después del 2100. Según Wambach, la muerte, en esa época, es una cuestión de elección. Ya no existen enfermedades, y cualquiera puede llegar a los 120 años y decidir que quiere irse a descansar. Esto, personalmente, me da bastante esperanza, aunque para llegar ahí, primero seremos testigos de cómo la Tierra es destruida por la actividad humana. Y, tal y como están las cosas, creo que ni siquiera movimientos como el veganismo, del que formo parte y va creciendo poco a poco, será capaz de detener esa autodestrucción. Lo bueno es que la Tierra tiene el poder de auto-regenerarse, y lo hará en cuanto un gran número de humanos desaparezcan.

Cuando el entrevistador le pregunta por el libre albedrío, Wambach da una respuesta que yo también comparto y que me gusta bastante. Desde luego, no tiene nada que ver con esas barbaridades que se suelen oír ahí fuera, como decir que los judíos que murieron en el Holocausto lo hicieron porque ellos mismos habían sido malvados en vidas anteriores. Wambach explica que estar en la Tierra en un cuerpo físico implica aceptar ciertas reglas: puede que te veas afectado por una epidemia potencialmente mortal como el cólera, y podrías llegar a morir. Eso no quiere decir que lo hayas elegido, es un riesgo que todos corremos al estar vivos en un planeta donde existen enfermedades. Sin embargo, a veces sí que tenemos un plan. Explica el caso de uno de sus sujetos que fue judío en una vida pasada, y huyó de Europa en cuanto vio que iba a estallar la Segunda Guerra Mundial. ¿Por qué? Su respuesta fue: “No iba a ser parte del Holocausto, no era parte de mi plan personal”. Sin embargo, sí que hubo otros que decidieron quedarse, y al preguntarles, después de morir en un campo de concentración, por qué lo hicieron, respondieron que era porque querían que sirviera de ejemplo a otros. En resumen: a nivel espiritual puede que tengamos un propósito que se le escapa a nuestro yo consciente, y a veces podemos vernos envueltos en catástrofes porque esa experiencia es algo importante que fue decidido antes de nacer. Esto no significa que todo esté preplanificado y que no exista el libre albedrío, como yo misma he explicado en otras ocasiones.

La reflexión final de Wambach es sobre cómo será el mundo cuando las personas que saben que la muerte no existe sean mayoría. Dice que eso es fácil saberlo mirando el comportamiento de las personas que ya lo saben, que por fortuna existen, aunque seamos pocos. Estas personas normalmente son gente pacífica, no llevan a cabo juegos de guerra y no tienen interés por las cosas materiales. Yo puedo dar fe de esto, modestia aparte. Y según Wambach, probablemente lo mejor que podemos hacer para mejorar el subconsciente general es buscar el significado en las cosas simples, ser más amable, ser más universal, escuchar a los niños, acariciar a tu perro o gato, o agradecer la luz del sol cuando brilla.

Creo que tiene toda la razón.

Sí, eso es lo que dice Wambach, que en esa época (pero no exactamente en 2100, sino algo más adelante) las personas dicen que no existen las enfermedades y que cualquiera puede llegar a los 120 años de edad y elegir libremente morir porque necesita un descanso. Yo digo que me da esperanza por varias razones: primero, porque después de la que vamos a liar en las décadas que vienen (porque lo diga o no Helen Wambach, estamos destrozando el planeta y creo que aún no somos conscientes de la repercusión que eso va a tener en el futuro), la Tierra se va a recuperar y será de nuevo habitable. Segundo, porque por fin entenderemos que la consciencia sobrevive a la muerte, que haya una creencia generalizada o no en la reencarnación creo que es secundario. Y tercero, porque tal vez entonces los humanos empecemos a hacer las cosas mejor... aunque es un tal vez bastante remoto, por lo general yo no confío mucho en la especie humana.

Bueno, creo que el pasado no fue mucho mejor... En un punto de la entrevista dice Wambach que el siglo XX es con diferencia la época donde más muertes hay... también hay más gente, claro, pero me imagino que se refiere a muertes violentas.