Bueno, me ha costado mucho tiempo y trabajo pero por fin he acabado la transcripción y traducción de la conferencia para todos aquellos que estén interesados.
Como sé que casi nadie se va a bajar los documentos y leerse las más de treinta páginas que contiene cada uno, hago un pequeño resumen de lo que podéis encontrar en la conferencia, aunque ya digo que merece la pena verla:
Introducción.
Antes de comenzar a hablarnos de su hijo Chase, Carol nos recomienda estar atentos a tres puntos importantes que son comunes a todos los casos de niños que recuerdan vidas pasadas:
1. Evidencia de continuación de la consciencia personal después de la muerte.
2. Orígenes de la personalidad y rasgos de carácter.
3. Oportunidades para sanar el alma.
Como he afirmado yo en múltiples ocasiones, recibiendo miradas escépticas, Carol remarca la gran credibilidad de estas historias y el hecho de que ofrecen una evidencia muy convincente sobre la supervivencia de la consciencia después de la muerte, llegando a afirmar que van un paso más allá de las llamadas experiencias cercanas a la muerte. En efecto, no dejo de observar en personas que han tenido ECM’s, que se quedan en el umbral de lo que hay después de la muerte, y muchas de ellas ligan la experiencia a interpretaciones con frecuenia religiosas que se alejan de la realidad, la cual suele ser mucho más simple de lo que parece. Los niños que recuerdan vidas pasadas no solo son prueba de la supervivencia de la consciencia después de la muerte, sino que son prueba de que volvemos una y otra vez a encarnar. Carol cita a su mentor Ian Stevenson, que afirmaba que la personalidad se alimenta de tres afluentes: la naturaleza, la crianza y la reencarnación. Personalmente no podría estar más de acuerdo.
Chase.
Carol Bowman habla en profundidad de la experiencia de su hijo Chase en su primer libro, Children’s Past Lives, así que no me detendré mucho aquí. Chase tenía miedo a los ruidos fuertes, todo empezó en una celebración del 4 de julio. Cuando llegaron los fuegos artificiales, Chase, que tenía cinco años entonces, tuvo una reacción emocional muy fuerte. En palabras de Carol se puso totalmente histérico y tuvo que llevárselo a casa. Tiempo después, en una piscina cubierta, Chase también tuvo que salir del edificio por el ruido que hacía la gente al tirarse al agua desde el trampolín. Dio la casualidad que Carol tenía un invitado en casa, su hipnoterapeuta Norman Inge, que ya había trabajado con ella con anterioridad. Carol sufría problemas crónicos de pulmones y en varias sesiones descubrieron que había muerto de tuberculosis en el siglo XIX, y más tarde en una cámara de gas en un campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial. Tras las regresiones, sus problemas de pulmón desaparecieron. Norman le dijo a Chase: “Siéntate en el regazo de tu madre, cierra los ojos y dime qué ves cuando oyes los sonidos fuertes que te asustan”. Chase comenzó a relatar una vida pasada como soldado negro en la guerra civil americana. Le dispararon en la muñeca, y en esta vida había tenido un eczema crónico en esa misma muñeca desde pequeño. El disparo hizo que se desmayara, y le vendaron la muñeca en un hospital de campaña que pudo describir con precisión. Pero después le hicieron volver a la batalla y disparar un cañón. Él recordaba su familia, a la que echaba de menos, y sentía que no quería estar allí ni matar a nadie. Finalmente murió en la batalla.
A consecuencia de esta regresión perdió el miedo a los ruidos fuertes. Los recuerdos no desaparecieron con el tiempo. En una ocasión, cuando estaban poniendo lazos amarillos en su escuela debido a la Operación Tormenta del Desierto de la Guerra de Irak, Carol fue a recogerlo en coche y lo notó muy alterado. Cuando le preguntó qué le pasaba, respondió: “Mamá, no entienden lo que es la guerra de verdad, están poniendo todos estos lazos amarillos”. Entonces Carol decidió hacerle una segunda regresión. Aquí fue donde continuó con la historia, y en mi opinión lo más impresionante es el comentario que hizo respecto al periodo entre vidas: “Cuando estás en espíritu puedes regresar y ver qué pasó con tu familia, y quiero volver y luego decirles adiós”. Y después añadió: “Todo el mundo tiene que experimentar la guerra, te enseña cómo se sienten otras personas, es algo malo pero todo el mundo tiene que experimentarlo”.
El eczema acabó yéndose, pero es muy interesante que reapareció cuando un acontecimeinto en su vida presente le hizo pensar en la guerra, ya que tuvo que apuntarse a la reserva para conseguir dinero para la universidad, cuando tenía 18 años. Cuando hizo la conexión con su vida pasada, el eczema remitió.
Los dibujos que hizo Chase son también bastante impresionantes. Aquí reproduzco uno de ellos con la fotografía que verifica sus recuerdos:
Elizabeth.
Carol recibió un correo electrónico de una madre británica que contaba que un día, cuando estaba con su hija de dos años y medio, Elizabeth, quitando malas hierbas del jardín, ella preguntó: “¿Qué flor es esta?”, y la madre respondió: “Son margaritas” (daisies en inglés). La niña dijo: “Oh, justo como yo, yo soy Daisy Pickles”. Desde ese momento quería que todo el mundo la llamara así, y además desarrolló una fobia a los aviones que pasaban por su casa. Corría totalmente aterrorizada y se escondía cubriendo su cabeza. Más tarde descubrieron que en su familia había de hecho una Daisy Pickles que había muerto en 1942, en Londres, y Carol pudo verificar que justo después del famoso bombardeo alemán conocido como“the Blitz”, que tuvo lugar entre 1940 y 1941, hubo bombardeos más cortos e intensos en distintas ciudades por toda Inglaterra. Con 24 años Elizabeth aún tenía esa fobia y Carol la remitió a un terapeuta de vidas pasadas del Reino Unido.
Chanai.
Después de contarnos cómo conoció a Jim Tucker y a Ian Stevenson, teniendo el privilegio de trabajar con ellos en algunos casos, Carol nos cuenta la historia de Chanai, un niño de Tailandia que desde pequeño jugaba a ser profesor y le decía a todo el mundo “Soy profesor”. Recordaba el nombre de la ciudad donde vivió en su vida pasada y le pidió a su abuela que le llevara ahí. También recordaba cómo había muerto: iba hacia la escuela en bicicleta, cuando un hombre le disparó en la cabeza y lo mató. Cuando tenía tres años y medio, la abuela lo llevó a ver a su antigua familia. Él la guió hasta la casa y encontraron allí a una pareja mayor, sus padres en la vida pasada. Ellos dijeron que, efectivamente, su hijo había muerto de esa manera. Además Chanai reconoció a sus hijas gemelas, ahora adolescentes. También recordaba dónde había dejado unos pantalones vaqueros que había comprado justo antes de morir, aún estaban en el armario como él dijo, y también pidió un amuleto, un collar con tres Budas. Ahora solo tenía dos Budas, y cuando les preguntó dijeron que habían dado uno a una de las hijas después de su muerte. También se dio cuenta de que se habían hecho cambios en la casa. Pero lo que más convenció a los padres de que él era su hijo renacido era el hecho de que presentaba en su cabeza dos marcas de nacimiento que correspondían con las heridas de entrada y salida de la bala que mató al profesor.
Blake.
Un día, cuando Blake tenía algo más de dos años y su hermano iba a coger el autobús escolar, comenzó a llorar y le dijo a su madre “El hombre me golpeó con el camión”. La madre de Blake, Colleen, había visto a Brian Weiss en el programa de Oprah, así que le hizo preguntas abiertas: “¿Y qué pasó entonces?” Blake explicó que “se fue bajo las ruedas” y luego le llevaron a un sitio grande. El camión le pasó por encima, sus padres le habían dicho adiós en la tienda, y después Blake dijo: “Morí”. Unas semanas más tarde vieron pasar un camión de la basura y Blake dijo: “Ese es justo como el camión que me golpeó”.
Meses después estaban paseando por Londres cuando Blake se cruzó en el camino de un camión y estuvo a punto de atropellarlo, afortunadamente su padre lo cogió y lo puso a salvo. Colleen se preguntó si no estaría repitiendo algo de su vida pasada. También notó que Blake se había vuelto más reservado y deprimido desde su recuerdo, cuando él siempre había estado muy contento y era muy extrovertido. Blake se quejaba de dolores en el lado izquierdo de su cuerpo, y Colleen trataba de aliviarle dándole masajes, pero él la rechazaba, diciendo: “Te quiero pero te odio”. Las cosas solo cambiaron cuando Colleen le dijo que ella era una madre distinta, que él tenía un nuevo cuerpo, y que lo iba a mantener a salvo. Los dolores de Blake desaparecieron y volvió a ser el niño feliz de siempre. Para los niños es muy difícil diferenciar el pasado del presente, por eso es importante explicarles que eso ocurrió antes y que ahora las cosas son distintas. El mejor momento para hablar con ellos de su vida pasada es cuando están relajados, por ejemplo cuando van en coche, en el baño o justo antes de irse a dormir.
Chad.
Este es un caso bastante impresionante de reencarnación en la misma familia. Cathy Luke era una madre adolescente y tuvo un hijo de nombre James que murió con algo menos de dos años de un neuroblastoma. Tenía un gran tumor detrás de su ojo izquierdo que le provocaba ceguera; tenía 17 tumores en las piernas, tenía tumores en la boca, y tenía un tumor detrás del oído derecho que fue biopsiado. Le pusieron una vía intravenosa en el cuello y probaron varios tratamientos, pero finalmente los médicos le enviaron a casa y murió. Cathy se casó con otro hombre, tuvo dos hijos más, y cuando llegó el tercero, Chad, los médicos le dijeron que el bebé era ciego del ojo izquierdo y tenía lo que parecía un quiste funcional detrás de su oído derecho. Cuando Cathy cogió a su hijo lo sintió igual que James, y además vio una marca de nacimiento en el lugar donde había estado la vía intravenosa.
A los cuatro años de edad, Chad comenzó a decir cosas extrañas como “¿Recuerdas donde solíamos vivir?”, describió el apartamento en el que había vivido con ella como James, comenzó a pedir juguetes de James, le dijo a su hermano: “Me puse enfermo y morí pero ahora he vuelto”. También recordaba que le habían operado, y sabía que durante la cirugía había estado dormido. Cathy le enseñó una foto de James que había mantenido escondida, y Chad dijo: “La quiero”. Al preguntarle por qué, él respondió: “Porque soy yo”.
Ian Stevenson llegó a visitar a la familia Luke. Cuando Carol Bowman le preguntó por qué un alma regresaría a la misma familia, Stevenson respondió: “¿No es el amor suficiente?” Mi opinión personal es que las cosas son con frecuencia mucho más sencillas de lo que pensamos, incluso en la reencarnación.
Noah.
El hermano de Trenny, Craig, un jugador de baloncesto en la universidad, murió en un accidente de coche. Cinco años después de su muerte, Trenny dio a luz a Noah. A los dos años de edad, Noah ya mostraba una gran habilidad para jugar al baloncesto. A los tres años, estaban en el coche, Trenny conduciendo y Noah en el asiento de atrás, y Noah estaba tratando de llamar la atención de Trenny. Como Trenny no le hacía caso, Noah dijo: “Maldita sea, Honey, intento hablar contigo”. Trenny entró en shock porque Honey era un apelativo que solo utilizaba Craig para dirigirse a ella. Noah ya le había dicho con anterioridad: “La última vez que estuve aquí me caí del coche y morí, después volé al cielo”, pero Trenny no había prestado atención. Solo cuando la llamó “Honey”, Trenny empezó a considerar de verdad la posibilidad de que Noah fuera su hermano renacido.
Más tarde, cuando Noah tenía tres años y medio, fueron a su anterior casa, y Noah pudo reconocer el lugar donde Craig jugaba al baloncesto, a pesar de que lo habían remodelado y la canasta ya no estaba. Noah también pidió juguetes que habían pertenecido a Craig, y nació con una pequeña mella en sus dientes, justo donde Craig se lo había roto haciendo deporte. Además el parecido de Noah y Craig de bebés es asombroso en este caso. Si alguien piensa que se puede deber a la genética... bueno, yo tengo tres hermanos y ninguno de ellos se parecía tanto al otro siendo bebés.
James Leininger.
La madre de James, Andrea Leininger, escribió a Carol Bowman porque su hijo tenía pesadillas recurrentes en las que decía que su avión se estrellaba y “el hombrecito está ardiendo, no puede salir”. Al decirle que todo estaba bien y que ahora estaba en un nuevo cuerpo con una nueva familia, las pesadillas se hicieron menos frecuentes y acabaron desapareciendo, pero poco después James comenzó a hablar sobre su vida pasada.
James siempre estuvo obsesionado con aviones, y tenía conocimientos que no se correspondían con su edad. Por ejemplo, una vez cogió un avión de juguete y dijo: “Eso es un tanque lanzable”. Sus padres comenzaron a hacerle preguntas y poco a poco averiguaron que había sido piloto en la Segunda Guerra Mundial, que pilotaba un Corsair, aviones que despegaban de portaavaiones. James llegó a decir el nombre del portaaviones: el Natoma. James incluso sabía que estos aviones tenían un defecto y solían pinchar las ruedas al aterrizar. Un día su padre tenía abierto un libro sobre la Segunda Guerra Mundial con una vista aérea de Iwo Jima, y James dijo: “Papá, ahí es donde mi avión cayó”.
Los dibujos que hacía James son realmente asombrosos:
Los firmaba como James 3 porque decía que él era el tercer James. Recordaba a su amigo Jack Larsen. El padre de James, Bruce Leininger, comenzó a investigar y acabó descubriendo que todo lo que decía James era cierto. A través de veteranos del Natoma Bay, pudieron averiguar que, en efecto, un piloto de nombre James Huston Jr. había muerto en Iwo Jima en 1945, con 21 años de edad. Su avión fue alcanzado en la hélice por fuego enemigo, se incendió y cayó.
El parecido entre ambos es también asombroso.
También pudieron localizar a su hermana, Anne Barron, y me parece especialmente interesante señalar que ella afirma que supo que James había muerto antes de que le llegara el telegrama porque lo vio en espíritu en su casa de California. Tanto Anne como su amigo Jack Larson aceptaron plenamente al pequeño James como la reencarnación de James Huston.
Kyle.
El caso de Kyle es también impresionante y yo misma lo leí en el foro de Carol Bowman cuando comencé a investigar la reencarnación. De hecho no es el único caso de reencarnación que existe relacionado con las Torres Gemelas.
En 2007 una madre de California publicó la historia de su hijo Kyle en el foro. Igual que James Leininger estaba obsesionado con aviones de la Segunda Guerra Mundial, Kyle estaba obsesionado con los bomberos. Con dos y tres años se levantaba pronto y fingía que echaba abajo las paredes con su hacha de juguete, diciendo que había fuego detrás. Su habitación era como un parque de bomberos, su primer traje de baño era como un traje de bombero. Un día, su madre estaba leyéndole un libro de Curious George en el que aparecían las torres gemelas, y dijo: “Los hombres malos derribaron los edificios, los aviones los rompieron, no podía llegar a la gente, me estaban llamando”, y se puso muy alterado.
Desde entonces se puso a hablar de su vida pasada como bombero, y conocía muchos detalles sobre el trabajo, sobre el funcionamiento de los camiones cisterna, etc. Pudo describir su camión, que tenía al menos un número 3 en él, y llevaba un bote encima, y estaba dotada de televisión. Contó anécdotas que vivió en su estación, entrenaba a los nuevos bomberos, y recordaba que su amigo Mike, que tenía tres hijos, entrenaba a los más mayores. No le gustaban los edificios altos. Lo más impresionante es que le dijo a un amigo: “¿Sabes lo que pasas cuando mueres? Eliges una tripa y vuelves”. El problema principal que tenía Kyle era que no había podido salvar la gente en el edificio y eso le afectaba. En esta vida seguía siendo un niño muy compasivo, siempre preocupado por los demás.
Un miembro del foro por aquel entonces era bombero de profesión y pudo verificar muchos detalles de los que estaba dando Kyle. Carol y la madre de Kyle hablaron mucho por privado y consiguieron averiguar la identidad pasada de Kyle, pero decidieron no comunicárselo a la familia. Cuando tenía siete años fueron a Nueva York y Kyle reconocía muchas áreas de la ciudad.
Christian.
Christian es el protagonista de otro libro publicado hace poco tiempo, llamado The Boy Who Knew Too Much. La madre de Christian, Cathy, llamó a Carol Bowman porque parecía estar recordando la vida de un jugador de béisbol bastante famoso en Estados Unidos, Lou Gehrig. Están incluso haciendo una película sobre este caso.