Post by Arya on Feb 3, 2019 21:15:03 GMT 2
Hace unos días Jenny Cockell escribió en su página de Facebook algo que me llamó la atención. Aclaro que no es una crítica a su persona ni mucho menos, solo es una reflexión sobre unas palabras que con bastante frecuencia escucho en el mundo de la reencarnación:
Traducido por una servidora:
Escribí mi propia visión en mi muro de Facebook:
“Estoy segura de que la mayoría de los niños de tres años tienen recuerdos de vidas pasadas, aun cuando sea una sola imagen aislada. Pero la mayoría olvidan completamente en unos pocos años. Uno se pregunta por qué.
Mi opinión es que se supone que no debemos recordar, porque los recuerdos conscientes de vidas pasadas pueden interferir con el presente, especialmente cuando esos recuerdos con difíciles o particularmente desagradables. Es mucho más fácil embarcarse en la vida solo con la guía inconsciente de nuestra experiencia pero sin interferencia consciente del pasado.
Así que si no recuerdas una vida pasada, esto no debería preocuparte. Es importante vivir en el ahora y vivir tu vida completamente consciente del contexto del presente.”
Mi opinión es que se supone que no debemos recordar, porque los recuerdos conscientes de vidas pasadas pueden interferir con el presente, especialmente cuando esos recuerdos con difíciles o particularmente desagradables. Es mucho más fácil embarcarse en la vida solo con la guía inconsciente de nuestra experiencia pero sin interferencia consciente del pasado.
Así que si no recuerdas una vida pasada, esto no debería preocuparte. Es importante vivir en el ahora y vivir tu vida completamente consciente del contexto del presente.”
Escribí mi propia visión en mi muro de Facebook:
Y también intercambié unas palabras con la propia Jenny:
Pero como esto no es Facebook y creo que la publicación era bastante interesante, hoy la voy a analizar aquí con más profundidad. Veamos:
Totalmente de acuerdo. Y la gran mayoría de esos recuerdos probablemente no son traumáticos. Como dice la terapeuta Carol Bowman, para los niños es difícil diferenciar el pasado del presente, en muchos casos es como si no hubiese continuidad entre una vida y otra, y para ellos es de lo más natural. El problema es que si llegan a hablar de esos recuerdos, los padres le van a restar importancia, van a creer que es solo imaginación, y en el peor de los casos, le van a decir al niño que son tonterías o que no vuelva a mencionar nada.
Aquí yo ya no estaría tan segura. ¿Realmente olvidan o solo dejan de hablar de ello? A muchas personas que llegan a mi foro y que recuerdan vidas pasadas, les pregunto si ya de niños recordaban, y lo que me encuentro mayoritariamente es que sí que tenían recuerdos, o al menos experiencias que no sabían muy bien cómo interpretar. Yo misma tenía algunas intuiciones y algunos sueños que luego supe estaban relacionados directamente con mis vidas pasadas. ¿Lo olvidé? No, solo lo aparté a un lado porque no tenía respuestas y sabía que probablemente jamás llegarían.
Por desgracia, vivimos en un mundo materialista y desde que somos niños nos dicen que lo espiritual no tiene importancia, y que debemos centrarnos en el presente. Como le dije a Jenny Cockell, “olvidar” me parece una palabra un poco fuerte. Lo más seguro es que esos niños no olviden, sino que solo apartan esas sensaciones a un lado y obedecen las órdenes de sus padres: “Lo que dices no tiene sentido porque esta es la única vida que vivimos, así que no le prestes más atención”.
“Estoy segura de que la mayoría de los niños de tres años tienen recuerdos de vidas pasadas, aun cuando sea una sola imagen aislada.”
Totalmente de acuerdo. Y la gran mayoría de esos recuerdos probablemente no son traumáticos. Como dice la terapeuta Carol Bowman, para los niños es difícil diferenciar el pasado del presente, en muchos casos es como si no hubiese continuidad entre una vida y otra, y para ellos es de lo más natural. El problema es que si llegan a hablar de esos recuerdos, los padres le van a restar importancia, van a creer que es solo imaginación, y en el peor de los casos, le van a decir al niño que son tonterías o que no vuelva a mencionar nada.
“Pero la mayoría olvidan completamente en unos pocos años. Uno se pregunta por qué.”
Aquí yo ya no estaría tan segura. ¿Realmente olvidan o solo dejan de hablar de ello? A muchas personas que llegan a mi foro y que recuerdan vidas pasadas, les pregunto si ya de niños recordaban, y lo que me encuentro mayoritariamente es que sí que tenían recuerdos, o al menos experiencias que no sabían muy bien cómo interpretar. Yo misma tenía algunas intuiciones y algunos sueños que luego supe estaban relacionados directamente con mis vidas pasadas. ¿Lo olvidé? No, solo lo aparté a un lado porque no tenía respuestas y sabía que probablemente jamás llegarían.
Por desgracia, vivimos en un mundo materialista y desde que somos niños nos dicen que lo espiritual no tiene importancia, y que debemos centrarnos en el presente. Como le dije a Jenny Cockell, “olvidar” me parece una palabra un poco fuerte. Lo más seguro es que esos niños no olviden, sino que solo apartan esas sensaciones a un lado y obedecen las órdenes de sus padres: “Lo que dices no tiene sentido porque esta es la única vida que vivimos, así que no le prestes más atención”.
Río Lete o Leteo, en el que debían beber las almas antes de reencarnar para no recordar vidas pasadas.
“Mi opinión es que se supone que no debemos recordar, porque los recuerdos conscientes de vidas pasadas pueden interferir con el presente, especialmente cuando esos recuerdos con difíciles o particularmente desagradables.”
Tampoco estoy de acuerdo con esto. Me recuerda a aquella creencia clásica de la época de Platón según la cual antes de nacer bebemos de un río cuyas aguas nos hacen olvidar nuestro pasado, y así nacemos sin saber que hemos vivido antes (en concreto me refiero al río Lete o Leteo de la mitología griega). Sin embargo, parece ser que los recuerdos de vidas pasadas en niños son mucho más frecuentes de lo que pensamos. Y en los adultos también es muy frecuente que aparezcan recuerdos espontáneos. Así que, algo no me cuadra aquí. ¿Es verdad que existe un “velo”, como lo llaman los espiritistas? ¿O es únicamente que no recordamos porque casi desde que nacemos hemos dado por supuesto que no existen vidas pasadas y que debemos centrarnos en el presente? Yo pienso que es nuestra mente la única barrera entre nuestro pasado y nuestro presente. Ella es la que crea esas ideas preconcebidas que nos hace ignorar una fuente inabarcable de conocimiento sobre nosotros mismos. Con frecuencia esos recuerdos surgen con fuerza cuando los hemos ignorado demasiado, o cuando son la respuesta a problemas que tenemos en la actualidad. Y sí, es verdad que pueden resultar difíciles o desagradables en ocasiones, pero no creo que esa sea una buena razón para intentar evitarlos. Normalmente están ahí por una razón, y debemos escuchar lo que nos quieren decir.
¿Interfieren con el presente? No hasta el punto de que no puedas vivir ese presente. A veces tenemos que pasar por una enfermedad, y puede que tengamos que guardar cama durante semanas o meses, hasta que se produce la recuperación. ¿Decimos que esa enfermedad te impide vivir el presente? No, es algo que tienes que pasar por necesidad, precisamente para poder seguir viviendo esta vida. ¿Por qué si en lugar de una enfermedad física se trata de una “enfermedad” del alma, lo vemos como algo que interfiere? Ambas enfermedades son presentes, y debemos pasar por ella para poder sanar el cuerpo o el alma, ambas nos transforman interiormente y nos dan más fuerza para continuar. Ambas son algo que vivimos ahora.
Pero también hay veces que ya no queda nada que sanar, y los recuerdos siguen viniendo. Estos recuerdos tampoco interfieren con el presente. Más bien al contrario, le dotan de una profundidad especial, le dan una razón a acontecimientos y encuentros que parecerían más superficiales si no supiéramos ciertas cosas. Sí, puedes vivir perfectamente sin ellos. Nadie dice que sea imprescindible recordar vidas pasadas. Pero los que lo hacemos tenemos una especie de biblioteca en la que podemos consultar cosas que nos ayudan a comprender mejor los retos de nuestra vida presente.
“Es mucho más fácil embarcarse en la vida solo con la guía inconsciente de nuestra experiencia pero sin interferencia consciente del pasado.”
No necesariamente. Podría parecer a priori que es así, pero creo que a veces la vida se complica precisamente por no poder llegar a la raíz del problema que nos aqueja: quizá una depresión, falta de entendimiento con tu pareja, sentimientos de abandono, miedos, fobias… La experiencia inconsciente puede estar ahí detrás sin que nosotros lo sepamos, pero si no se hace consciente no podemos hacer nada con ella, no podemos utilizarla para comprender lo que nos pasa de verdad y poner una solución.
“Así que si no recuerdas una vida pasada, esto no debería preocuparte.”
Sí, en esto estoy de acuerdo. Tampoco deberías preocuparte si no tienes la habilidad de hacer viajes astrales conscientes (aunque puedes aprender), o si no eres un sensitivo que puede ver fantasmas. Yo prefiero decir que no debes preocuparte porque es posible que no necesites conocer tus vidas pasadas para vivir esta vida. Recordar vidas pasadas es a veces un peso emocional extra que vas a llevar por una temporada. Y puedo asegurar que a largo plazo te va a hacer mucho bien. Pero podríamos decir lo mismo si vas a hacer in triatlón o vas a subir el Everest. No es imprescindible para vivir. Aún así, los que recordamos vidas pasadas no tenemos nada especial. Todos tenemos un pasado, y todos tenemos el derecho y la posibilidad de acceder a esa información si eso es lo que quieres. No hay nada que lo impida. Estoy convencida de que lo del velo es un mito y las barreras las ponemos nosotros, nadie más.
“Es importante vivir en el ahora y vivir tu vida completamente consciente del contexto del presente.”
Posiblemente esta es la frase que más me molesta de toda la publicación, porque no es más que un tópico. Ya he hablado de él antes. ¿Es importante vivir en el ahora? Pues a ver, es que no tenemos más que remedio que hacerlo. Y si estamos perdidos en el pasado, porque tenemos un trauma no resuelto, tenemos que pasar por un duelo o tenemos que comprender ciertas cosas antes de continuar… pues debemos hacerlo. No es un capricho desear que nuestra vida presente se detenga durante un tiempo para que podamos procesar esas emociones. Es necesario para poder seguir viviendo, para liberarnos, al menos parcialmente, de un lastre que seguimos llevando a nuestras espaldas y que no nos permite vivir el presente como desearíamos. Así que por muy importante que sea vivir en el ahora, eso no quiere decir que sea siempre posible, y no hay nada malo en tomarnos un tiempo para reflexionar sobre el pasado. Después de todo tenemos toda la eternidad por delante para vivir en el ahora.